maria kart

No soy tan gusana como para justificar mi derrota, sin embargo, no podemos dejar pasar por alto las lesiones que me llevé, totalmente gratis, ni siquiera en la carrera, sino en la etapa clasificatoria. Muchas gracias kart 38, me hiciste entrar en calor.

Pues sí, ayer, el superkart Gustavo Trelles tembló ante la presencia de 7 bestias femeninas dispuestas a estar frente a un volante. Lo de bestias es por lo divinas que estamos, no se me malentienda, la alta autoestima siempre debe acompañar estos casos, así como las palabras autocompasión, autoayuda, autoservice, etc., en definitiva, "auto", ya que sin él nada de esto tendría sentido. Aprendamos un poco antes de empezar de lleno con la carrera, un kart significa: " vehículo pedorro pequeño", antiguamente en castellano se lo llamaba "autotito", que se deformó en "autito". Posteriormente, con todo esto del imperialismo, Mc Donald’s, Nintendo, las torres y Michael Jackson, se deformó en Kart.

La carrera

Tuvimos una charla instructiva muy básica, incluso podría decirse jocosa, acompañada de un vídeo demostrativo que te hacía sentir más que un perdedor, asi que no le hicimos caso...
Salimos a la pista, me tocó casco de niño y el kart n° 27; en el 7, estaba una claustrofóbica que antes del videito instructivo se probó todos los cascos, para estar preparada en caso de que le viniera un ataque en medio de la carrera. ( De más esta decir que estabamos todas juntas, no? Lo aclaro por las dudas).
Como bien nos explicó el encargado " a las damas y los niños, les hacemos dar una vueltita de prueba acompañados", ¿nos subestimas?

Inga, y lo recalco: I N G A, que ocupaba el kart 42, dijo: "la que llegue última le paga la muzzarella a la ganadora, vamos a hacer esto un poco más competitivo, ¿no?". *(1)
Empezamos la vuelta clasificatoria. Venía primera, y en la segunda curva el kart38, me "dio de bomba" y continuó golpeandome cual autito chocador desubicado. Con la boca del estómago en el volante y el vaiven de mi cuerpo inevitable hacia todos lados debido a los golpes, pensé, "nos van a echar si esta pelotuda me sigue arruinando...".

Al final, magullada, pero con orgullo, clasifiqué tercera. La rubia de vendetta que corría en el 23 primera, y la conchuda que me hizo mierda segunda... sin resentimientos...
La claustrofóbica del 7 pensó que eso era todo, y se estaba bajando cuando le dijeron "no, no, no, esto recién empieza..."

Y empezó nomás, las tres primeras ibamos codo a codo, hasta que me hice mierda y dejé de estar tercera. Si hubiésemos tenido micrófonos ocultos, todo el shopping habría huído despavorido. Nunca odié tanto a mis amigas como ayer, sobretodo a la rubia (23), que fue la primera que me dio una vuelta y me insultó mientras pasaba.

La más odiosa de todas, fue la psicópata del 38 (sí, la conchuda), chocó a todas y terminó ganando suciamente. Segunda llegó la del kart n°20, toda calladita ella, se quedó en el molde, yo sólo la vi cuando me pasó riendo... 2 veces. La vendetta II (23) al final llegó 3°, fue primera toda la carrera y marchó al final; ahora pone la excusa de que la judía del 51 y la claustro (7) iban como "día de domingo, estoy al pedo, vamos a la rambla en el auto de papá" (lo que es muy cierto, fueron las únicas a quienes tuve el gusto de pasar y no dejar que me alcanzaran milésmas de segundo después), y la rubieta, como no es psicópata (no las 24 horas), no las quizo chocar y esperaba la banderita azul... qué buenita... Lo que pasó en realidad, fue que la claustro del 7 vislumbró un señor que sacaba apuntes en una libreta, pensó que era un caza talentos y se dedicó a impresionarlo con poses Alain Prostianas, de velocidad ni hablamos... yo creo que era el corredor de apuestas nomás.

En fin, Vtta II (23) chocó con la tortuga judía (51) y la pasaron la psicópata (38) y la zorrita callada del 20. Llegué 4°, a mucha honra, la claustrofóbica 5°, la tortuga judía sexta, y el n° 42, Inga, terminó última. La pobre se trancó justo en una curva oscura, y los empleados, distraídos por sus apuestas la dejaron clavada dos vueltas * (2).

Yo por lo pronto debo dejar de escribir, el único músculo que no me golpié, que es el que mueve mi dedo escritor de hoy, se acalambra de vez en cuando...

La psicópata, con su corona de laureles, preguntó " ¿dónde está mi muzzarella de premio?" Inga a estas alturas ya había abandonado el edificio furtivamente...



*(1) tenemos grandes sospechas de que los empleados llevaban un pizarrón de apuestas
*(2) cuando el kart queda alrevez, alguien tiene que enderezarte, no hay marcha atrás